Angélica Enciso L. La Jornada, 5 de marzo de 2023.
La destrucción de ecosistemas, la deforestación, el uso de agroquímicos y el cambio climático, ponen en riesgo la supervivencia de polinizadores como las abejas, colibríes, murciélagos y avispas entre otros, los cuales favorecen el desarrollo de plantas que generan frutos y la producción agrícola.
Hay 115 cultivos principales en el planeta, 75% dependen de polinizadores para la producción de frutos y semillas, entre ellos aguacate, jitomate, frijoles, calabazas, chile y cacao. Y hay unas 425 especies de plantas que se utilizan en México, 150 dependen de los polinizadores y la interacción con ellos es fundamental.
Hay alrededor de 100 mil especies de animales polinizadores y este servicio puede valorarse. En Estados Unidos, por ejemplo, se calcula entre 4 mil y 6 mil millones de dólares al año, pero cada vez hay menos y ya se empieza a notar su falta. Por ejemplo, los murciélagos hacen polinización gracias a que sus características físicas ayudan a transportar el polen de las plantas, son al menos 500 especies de plantas de 67 familias botánicas las que polinizan, y hay 143 especies de murciélagos en México, de ellas 23 se alimentan de néctar de las flores.
Hopelchén en el estado de Campeche, es el municipio más deforestado a nivel nacional, más de 160 mil hectáreas se han perdido en los últimos 20 años, como consecuencia de la siembra de soya transgénica, sorgo, maíz y otros productos. El municipio es productor de miel, pero las abejas se están muriendo y como sociedad ¿qué vamos a hacer? Las autoridades ambientales no toman a las abejas como parte de las políticas públicas.
En este municipio hay familias que dependen de su trabajo con las abejas, ya que venden diversos productos que generan, como la miel o el propóleo. Está por comenzar la cosecha, que va de marzo a mayo y las políticas públicas no generan las condiciones para la permanencia de las abejas. Para que los apicultores puedan hacer su trabajo se debe dejar de fumigar, deforestar y matar a las abejas.
Información sustentada por los investigadores: Mauricio Quesada del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM; Osiris Gaona del Instituto de Ecología de la UNAM y por el apicultor Everardo Chable del municipio de Hopelchén en el estado de Campeche.
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