Esta práctica agrícola tradicional es especialmente útil en tierras pobres e infértiles como las de Burkina Faso en África Occidental, en donde las precipitaciones son irregulares y el clima es caliente y seco.
La técnica Zai consiste en cavar pequeñas fosas con un diámetro de 20–30 cm y una profundidad de 10–20 cm y colocar dos puñados de residuos agrícolas o abono animal en las fosas, y cubrirlas con un poco de tierra y antes de que comiencen las lluvias se siembran las semillas de sorgo o mijo en las fosas para no desperdiciar ni una gota de lluvia
El abono animal al ser más concentrado, suele dar mejores resultados que los residuos agrícolas.
La materia orgánica suele atraer termitas que cavan canales y mejoran la estructura del suelo, de modo que más agua pueda infiltrarse y mantenerse en mismo, además de que al digerir la materia orgánica las termitas facilitan la disponibilidad de los nutrientes necesarios para la nutrición de las plantas.
También en un mismo zai se pueden sembrar árboles junto con los cereales, y es común que se siembre el policultivo de maíz-sorgo.
Referencias:
Portal Fruticola (2018). La técnica Zai: cómo sembrar en terrenos secos. Recuperado el 16 de mayo de 2020 de https://www.portalfruticola.com/noticias/2018/12/12/la-tecnica-zai-como-sembrar-en-terrenos-secos/
Altieri, M. A., & Nicholls, C. I. (2009). Cambio climático y agricultura campesina: impactos y respuestas adaptativas. LEISA revista de agroecología, 14, 5-8.
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