Dra. María Socorro Orozco Almanza
Necesitas un espacio que puede ser, desde un área en el patio, hasta un conjunto de macetas cerca de tu ventana.
La instalación del huerto debe estar en un área accesible para quien realizará las labores, ya que lo visitará frecuentemente. También debe estar protegido para mantener alejados animales domésticos como perros o gatos. La forma del huerto dependerá del área disponible; la forma más común es rectangular, aunque también puede ser cuadrada, circular o en espiral.
Una vez ubicada el área es importante observar y considerar los factores que inciden y que a continuación indicamos.
a) Luz. Es el factor principal para el desarrollo y la salud de las plantas. Mediante ella, las plantas realizan la fotosíntesis, a través de la cual producen la energía y el alimento necesario para su desarrollo. El crecimiento de una planta así como el número de hojas, depende de la luz que recibe (FAO, 1996).
Son tres los factores que afectan la luz que incide en las plantas:
Intensidad.
Duración.
Estación del año
b) Agua. Distribuye los nutrientes que necesitan las plantas para llevar a cabo su desarrollo. En la fase de germinación, las semillas requieren de grandes cantidades de agua para emerger y las plantas jóvenes también necesitan riegos permanentes y ligeros. Un riego adecuado mantiene las plantas en buenas condiciones.
c) Aire. Además de la luz y del dióxido de carbono, las plantas que estén cultivadas en exterior o en invernadero, necesitan un suplemento de aire fresco. El movimiento de aire ayuda a mantener los niveles ideales de temperatura, humedad o dióxido de carbono.
d) Suelo. El suelo asegura su adecuada nutrición y protección garantizando cosechas convenientes para la alimentación de la familia y para la generación de ingresos si se maneja adecuadamente. La mejor manera de alimentar y proteger el suelo es aplicar regularmente materia orgánica o compost y mantenerlo cubierto con plantas. El sistema de cultivo en estratos es recomendable porque usa una mezcla de árboles y plantas de diferentes tiempos de maduración, lo que protege el suelo y recicla los nutrientes. Los cultivos de leguminosas (frijol, arveja, etc.) son muy útiles porque proveen una alimentación continua al suelo.
Empieza a observar y a conocer el área en la que trabajarás.
Referencias.
FAO (1996). Ecología y enseñanza rural: Nociones ambientales básicas para profesores rurales y extensionistas. Roma Taboada, J.A. (1983). Manual de luminotecnia. 4ª. Ed. Dossat, Madrid. http://www.botanical-online.com/plantasdeinteriorluz.htm
Imágenes: Ma. de Jesús Rojas Cortés
Roberto Ramos
http://www.huertaorganica.org/2013/05/siembra-organica-de-apio.html
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